Nunca pensé que yo podría pintar, creo que la gente que me rodeaba desde pequeña lo veía más claro que yo misma.

Un día muy lejano, mi padre me sorprendió pidiéndome que le hiciera un retrato, sin que yo pintara aún y muchos años más tarde fue mi suegro quien me regaló un libro de pintura (aún no sé porqué), que me abrió los ojos al mundo de la pintura impresionista.

Quedé fascinada por aquellas pinceladas en apariencia desordenadas y vibrantes de color.

Bueno, pues me lancé y pinté mi primer cuadro ”El jarrón azul” de Paul Cezanne ( mi favorito) y desde entonces, no he parado de pintar!

Combinando mi vida laboral con la pasión por la pintura, tomé clases en la escuela del prestigioso pintor realista e hiperrealista Antonio Vázquez Bartolomé, un valiosísimo aprendizaje sobre la técnica al óleo y más tarde con la pintora también realista Leticia Alfaro, con la que me inicié en la técnica al pastel.

Esto, por supuesto, me acercó de lleno al realismo, en el que me he instalado cómodamente, trabajando tanto el óleo como el pastel, técnicas que me permiten expresar mi admiración por la civilización del antiguo Egipto o el bellísimo mundo de las flores, como se puede comprobar al observar mi obra.